El Arquitecto En La Obra – Jaime O. Bravo

Existen antecedentes del estudio de este tema desde los 2000 años a.C., es decir que se lo puede considerar como un problema de aproxi-madamente 40 siglos de antigüedad. En aquella época verdaderos visionarios de la ingeniería legal previeron normas que aun hoy son de aplicación, a pesar de la enorme diferencia de complejidad de las obras. Dicha complejidad, brinda una primera explicación de la Intervención de varios personajes en las obras de la actualidad y de las dudas que se plantean referidos a los campos de acción, de sus funciones y especialmente de sus responsabilidades y atribuciones. En primer lugar determinaremos si las funciones de estos factores de materialización de obras; llamados respetuosamente, personajes, surgen de usos y costumbres o si, de alguna manera, están previstos en dispositivos legales vigentes. Priorizando a la Constitución Nacional, veremos que, aunque de forma muy vaga, toda vez que contiene sólo principios generales, ya contempla el derecho de todos los habitantes a trabajar, para lo cual sólo exige idoneidad para asumir tareas de cualquier orden. En otro plano, y en la escala de interés legislativo, situamos al Código Civil que en su art. 1646, luego de la reforma del año 1968, menciona las funciones proyectista, director de obra, constructor. Luego de casi 100 años de vigencia, se incorporan al mismo, las responsabilidades del proyectista y director de obras ya que en el período en que se redactó, no existían como figuras jurídicas. El C.0 no entra en detalles sobre el ejercicio de profesiones, por lo que debemos buscar en un nuevo escalón legislativo y en el plano de la legislación universitaria todo lo relativo a Incumbencias. Allí, de manera detallada se establecen campos de acción o laborables de ingenieros y arquitectos.